30/07/2025
Primado mental (priming) : el marco invisible que define elecciones antes de que empiecen
El próximo lunes 2 de junio, una vez concluida la elección judicial federal y los comicios municipales en Veracruz y Durango, comenzará la verdadera carrera rumbo al 2027. En el horizonte: 17 gubernaturas, la renovación completa de la Cámara de Diputados y miles de cargos locales. Pero la pregunta clave no es solo quién se lanza, con qué partido o qué recursos tiene.
La verdadera pregunta es: ¿Qué está sembrado en la mente del electorado?
Porque en política, no basta con querer ganar la atención con campañas “creativas”, sino quien logra instalar primero una emoción dominante que llegado el día de la elección te ayude a ganar la decisión de los votantes. Y ese terreno se llama primado mental ( priming)
¿Qué es el primado mental?
En psicología cognitiva, el primado mental es el efecto por el cual una primera narrativa, imagen o emoción significativa condiciona cómo se interpreta todo lo que viene después. En política, eso significa que los votantes no juzgan desde cero, sino desde el marco emocional que ya tienen activado.
El primado es una huella mental. No siempre se nota, pero siempre se activa. Y puede durar años.
El poder del primado: campañas que marcaron historia
1. “López Obrador es un peligro para México” (2006)
Una de las campañas de contraste más eficaces en la historia moderna. El equipo de Calderón no solo criticó a AMLO: lo definió emocionalmente. La frase activaba miedo, riesgo, inestabilidad. Era simple, viral y poderosa. Aún hoy, casi dos décadas después, ese marco sigue presente en sectores conservadores.
2. “La mafia del poder” y “el PRIAN” (2012–2018)
AMLO respondió con su propio marco: el sistema político era una farsa controlada por una élite corrupta. La etiqueta “PRIAN” fue brillante: desdibujó ideologías y unificó el desprecio. La batalla ya no era entre partidos, sino entre pueblo y privilegio. El primado fue tan efectivo, que aún hoy, cualquier crítica a Morena se percibe como defensa del viejo régimen.
El primado no solo se aplica a personas: también a los partidos veamos a los 4 principales de nuestro país:
1. PAN: del testimonio ético al costo de las alianzas
• Primado original (1939–2000): “El partido de los valores, la oposición congruente”.
• Cambio (2000–2012): “El partido que sí sabe gobernar”.
Pero vinieron contradicciones: guerra contra el narco, escándalos, polarización.
• Deterioro (2013–2024): Casos de corrupción, pugnas internas y especialmente la alianza con el PRI en 2021, aunque eficaz en lo electoral, dañó su identidad histórica.
Hoy, el PAN intenta proyectarse como opción de orden y responsabilidad, pero su primado está fragmentado y no tiene claridad, en palabras coloquiales, no está claro “a que sabe” para los ciudadanos.
2. PRI: atrapado en su propio marco negativo
• Primado dominante (1940–2000): “El partido del poder”.
Fue sinónimo de sistema, estabilidad y control.
• Golpe del PAN: lo etiquetó como corrupto y autoritario.
• Intento de rebranding (2012): “El nuevo PRI” con Peña Nieto.
Pero los escándalos (Odebrecht, Casa Blanca, gobernadores saqueadores) reinstalaron el primado negativo.
• Remate de AMLO: lo fundió con el PAN bajo “la mafia del poder” y “el PRIAN”.
Resultado: el PRI no ha logrado construir un marco emocional nuevo. Su nombre sigue evocando pasado, cinismo y corrupción sistémica.
3. Morena: del pueblo contra la élite
• Primado autoimpuesto (2014–2018): “El partido del pueblo”.
AMLO no solo fundó un partido: fundó un sentimiento colectivo.
Su narrativa de regeneración moral, austeridad y justicia social ancló emocionalmente.
Hoy gobierna con el respaldo emocional de ese marco, incluso ante errores, contradicciones y desgaste.
4. Movimiento Ciudadano: juventud y autenticidad
• Primado emergente (2018–2025): “El partido fresco, joven y diferente”.
A través de campañas virales, lenguaje pop y liderazgos millennials, MC ha conectado con sectores desencantados especialmente en los jóvenes mayores de edad y aquellos que van a serlo para el 2027. Su primado ha sido tan exitoso que no le ha afectado en este segmento los escándalos y excesos del Gobernador de Nuevo León y los malos resultados en seguridad en Jalisco. Donde si les ha afectado en en segmentos de 30 a 40 años, donde no basta con canciones y esto se vió con la derrota de Mariana Rodríguez en Monterrey.
Su narrativa es clara: ni del pasado, ni del sistema, ni más de lo mismo.
Reto: Transformar simpatía digital en estructura territorial… sin perder autenticidad reciclando candidatos de otros partidos.
¿Qué deben hacer partidos y candidatos rumbo a 2027?
1. Instalar su primado emocional desde ahora.
No esperar más tiempo. la gente ya está interpretando.
2. Protegerlo con coherencia y vocería alineada.
Un error repetido, o una contradicción severa, puede romper el marco emocional.
3. Atacar el primado del adversario, no solo su discurso.
No basta con “ganar el debate”: hay que redefinir lo que el otro significa.
4. Evitar el reciclaje sin relato.
Las alianzas, los regresos y las candidaturas recicladas solo funcionan si están dentro de una emoción coherente.
Conclusión
El primado mental es la verdadera batalla en política.
No se libra en el día de la elección, ni en los spots de cierre.
Se gana (o se pierde) mucho antes, en la mente y en el corazón del electorado.
Porque en política —como en la vida— la primera emoción es la que queda.
Y rumbo a 2027, esa emoción ya se está sembrando.
Soy Daniel Vázquez consultor. Ayudo a los políticos a ayudar a la gente.
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